TÉCNICO
EN “Cocina Nacional e Internacional”.
La Gastronomía en la Poesía
Seminario
de Investigación:
Técnico de Nivel Superior
en Gastronomía
Profesor
Guía: Mauricio González Letelier.
Alumno(s):
-Claudio Osmán Soto Sepúlveda
Nicolás
Rodrigo Conejeros Contreras
Enero,
2012
SANTIAGO
– CHILE
AGRADECIMIENTOS.
Dedico
este trabajo A mis Hijas Fernanda y Pamela,
a
mi madre Norma,
Mi
familia y en especial a Jacqueline la mujer que amo,
A
mis profesores que me han dado la oportunidad de ver
La
ventana del saber y el conocimiento.
Claudio
Soto S
Dedico esta investigación A mi Padre Manuel
Conejeros y Eloísa Contreras. A mi Señora Rosa Riveros, que en cada proyecto
que en el que me he embarcado ha estado a mi lado apoyándome y muchas veces trasnochando, a mis
hijos, por soportar mis ausencia y mal genio para cumplir mis sueños. A mi
amigo y compañero de trabajo Carlos Tapia .
Índice.
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Página
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Índice
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4
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Introducción
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5
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Objetivos
6
Justificación del tema 8
Capítulo I. La Gastronomía
9
La necesidad del hombre por alimentarse
10
Influencia de Roma, nacimiento de una cocina refinada 11 Influencia de la comida en la realeza 13
El primer restaurant 14
La
cocina Internacional 15
Capítulo 1.1. La Poesía 16
Capítulo
2.Algo más que “Epopeya a las comidas y bebidas de Chile” 17
Análisis del libro “Epopeyas a las
comidas y bebidas de Chile” 19
Comidas
22
Bebidas
24
Capitulo 3. Análisis Oda al
Caldillo de Congrio de Neruda 27
Análisis
semántico 32
Análisis,
Oda al Vino 33
Conclusión
43
Bibliografía
y Webiografia 51
Introducción.
Después de habernos maravillado con
los aromas y reflexionado en torno a los versos, con gran asombro y alegría veo que la cocina es más de lo que pensamos, es una conexión que atrapa los sentidos y se enlaza
sabrosamente a otras ramas del arte traspasando la frontera de los fogones,
porque la cocina posee magia, equilibrio, forma, sabor y su espíritu tiene su
propio lenguaje el que se puede traducir en la poesía.
Esta investigación no se centra en
hacer un cotejo entre la poesía y la gastronomía, más bien, es mostrar como los
alimentos pueden reverberar en las letras mostrándonos que al unísono forman
una sola estructura. Tanto el cocinero
como el poeta poseen la capacidad de crear, de trasformar lo sencillo en
sublime y deleitarnos con gratos paisajes de la imaginación, porque cada uno
con sus vivencias plasman lo cotidiano, el cocinero en el escenario del plato y
el poeta en la pancarta de su papel. Tanto el comensal con el lector bajo la
perspectiva de sus vivencias se conectan para maravillar sus sentidos. Es por
ese motivo que hemos abordado esta temática poco estudiada y muchas veces
pasada por alto tanto por cocinero y por poetas porque” Para el hombre la
cocina es el alma del cuerpo y para el poeta es el alma del espíritu”. La
gastronomía es conocida como un ARTE
CULINARIO y la Poesía
como LA REVOLUCIÓN
DE LOS DIOSES[1]. En esta investigación se detendrá en la
poesía de Pablo Neruda, Pablo de Rocka y
Raúl Mellado Castro, analizando sus escritos y biografía para conectarlos con
la gastronomía.
OBJETIVOS
Objetivo General:
Determinar como la poesía se enlazó
con la gastronomía convirtiéndose en una fuente de inspiración para Pablo
Neruda, Pablo de Rocka y Raúl Mellado Castro.
Objetivos
Específicos:
Caracterizar
a tres poetas chilenos que hicieron de
la cocina su fuente de inspiración
Definir
los conceptos de poesía y gastronomía para enlazarlos con los escritos de Pablo
Neruda, Pablo de Rocha y Raúl Mellado Castro.
Justificación del Tema
En
el tiempo se ha producido un fenómeno que ha unido la poesía con la
gastronomía, encaminándose hacia un mismo objetivo que es deleitar a los
sentidos. Estas dos ramas que a simple
vista se aprecian diferentes se conectan y comulgan en dos palabras ARTE Y CULTURA. Porque tanto como la
poesía como la gastronomía posee la cualidad de interpretar la visión,
necesidades, realidad social, idiosincrasia, el sentimiento y comunican
emociones a través de su arte.
CAPITULO
1
La Gastronomía
“Gastronomía es el estudio de la relación entre cultura y
alimento. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente
tiene relación con el arte de cocinar y los platillos en torno a una mesa. Sin
embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no
siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía
estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida. De
esta forma se vinculan Bellas Artes, ciencias sociales, ciencias naturales e
incluso ciencias exactas alrededor del sistema alimenticio del ser humano”[2]
La
gastronomía es un arte. Arte mágico que proporciona un campo abierto para
desarrollar la imaginación, las habilidades, el conocimiento y el estudio.
Conectando el saber a un tema práctico, porque lo que llamamos cocina abarca un
amplio campo del conocimiento y posee el
don de reunir alrededor de una mesa la
tertulia
La necesidad del hombre por
alimentarse
Los antepasados en la era del hombre primitivo
basaban su supervivencia ingiriendo lo que la tierra les daba. Desde plantas,
frutos y semillas eran parte de su diaria dieta, realizaban esto ya que imitaban
las costumbres de otros animales quienes con su hocico escarbaban el suelo en
busca de alimento. Si hablamos de proteínas, la obtenían de huevos de pájaro y
pequeños e indefensos animales fáciles de capturar, además de que no dudaban de
ingerir a cuanto insecto se les cruzara. Todo lo anterior era consumido al
natural, sin aditamentos, directo a la boca.
A
la distancia veían como otros animales más grandes devoraban a otros, fue
cuando el hombre se volvió cazador y dio inicio a la persecución en la obtención
de carne para una mejor fuente proteica. Desgarraban los músculos pegados al
hueso y rompían estos para ingerir médulas y otras sustancias nutritivas.
Fueron estos los inicios del hombre omnívoro.
Las
primeras sazones en los alimentos fueron otorgadas por el agua de mar, ya que
el hombre primitivo lavaba sus recolecciones como frutas y carne para retirar
exceso de tierra, fue cuando descubrieron el agradable sabor salino y el inicio
de mezclar otros alimentos con hierbas para dar un sabor más agradable a la
comida.
Con
el descubrimiento del fuego, el hombre descubrió la cocción, por lo que carnes,
pescados y frutos eran sometidos a las llamas para darles aquel gusto cocido y
ahumado muy apetecido.
Fueron
estos los inicios del hombre por el gusto de la buena comida.
Influencia de Roma, nacimiento de una cocina refinada
Con
el pasar de los años, el hombre fue descubriendo nuevos alimentos, formas de
conservación y maneras de consumirlo. La alimentación pasó de ser una necesidad
diaria a una emoción de paladares, puesto que los romanos realizaban festines y
banquetes en honor a la comida. Buscaban nuevos animales, mezclas poco usuales
y bebidas para despertar sus intereses de primeros gourmets. Entre el que
destaca Lucio Lúculo cónsul romano de una gran fortuna conocido por su
espectacular mansión Casi a diario
celebraba opíparas cenas, en alguno de los doce comedores de que disponía su
mansión. Este es el origen de la expresión "cenas lucilinas". La
exquisitez en la mesa era inseparable de fomento de la cultura. Lúculo armó una
excepcional biblioteca, que abrió al público, convirtiéndose en centro de
reunión de las personalidades de la cultura romana, especialmente los
filósofos.
La
anécdota más conocida de Lúculo da origen a la frase "Lúculo cena en casa de
Lúculo". Nos ha llegado a través de las "Vidas paralelas" de
Plutarco, que es la única biografía de Lúculo de que disponemos. Esta frase se
usa para indicar que un exquisito en la mesa lo es en todo momento, sin
necesidad de tener invitados, y que un epicúreo lo es de corazón, y no por
aparentar. La anécdota, según Plutarco, es la siguiente: Una vez que cenaba
sólo, sin tener ningún invitado, le sirvieron una cena mediocre, él, llamando a
su mayordomo le reprendió. El mayordomo se excuso diciendo que como no había
ningún invitado no había creído necesario servir una cena más suntuosa.
Lúculo
respondió "Entonces, ¿no sabías que Lúculo cenaba con Lúculo?".Hay
otra en que Lucio Le mandó hacer una estatua a su Cocinero y la tenía en unos de
sus jardines.
Cuentan
los libros que en el año 90 a.c
hubo una persona bajo el nombre de Apicius
que fue considerado como el primer gourmet, ya que
escribía
libros detallando la buena vida y la buena comida. Exigía a los cocineros de la
época preparaciones sofisticadas y mesas decoradas con animales, frutas y
plantas.
Siempre
fomentaba la búsqueda de nuevas sazones para sus alimentos, fue cuando crearon
el Garum, un
condimento salado a base de tripas de pescado fermentado que también era usado
como salsa. A Apicius
se le atribuye la creación del primer libro de cocina llamado “de re coquinaria” donde
detallaba los estilos de comer y varias recetas divididas según familia, como
aves, carnes y verduras.
Influencia de la comida en la realeza
Con el tiempo se
empezó a dividir lo lujoso de lo sencillo. Esto fue gracias a los reyes quienes
exigían grandes puestas de escena llenas de manjares delicados. Culpa de esto
también se le atribuye a uno de los primeros grandes cocineros franceses, Guillaume Tirel conocido
como Taillevent. Fue
quien ideó grandes recetas y los inicios de las salsas como las conocemos hoy.
Gustaba se servir animales asados enteros cubiertos de salsas gruesas hechas
con carnes y jugos espesadas con pan. Gracias a sus platillos recorría los castillos
de Francia satisfaciendo los gustos de los reyes dejando claro sus pautas en
banquetes reales. Además escribió su libro de cocina llamado “Le viandier” el cual
influenció a los posteriores libros de cocina francesa en esquemas y
tipos de cocción.
El primer restaurant
La
historia del primer lugar en servir comida a clientes data del siglo XVI, en
cuya época abundaban las hosterías de alojamiento pero sin servicios
alimenticios, fue cuando la demanda los ingenió a dar comidas sencillas como
sopas y guisos en sus hostales logrando una muy buena aceptación y al
nacimiento de un negocio. Recibió el nombre de restaurant derivado del francés
“restaurer” o sea restaurar en modo de descanso y alimento.
Pero
los restaurants no serian lo que son hoy gracias a la revolución francesa del
siglo XVIII, ya que el pueblo luchaba en contra del abuso social por parte de
reyes, ya que les quitaban sus alimentos y cosechas para quedarse con los
restos, y ellos querían comer lo que ellos comían. Después de años de batallas
los cocineros reales abandonaron los palacios y llegaron a los restaurants para
comenzar con sus doctrinas de platillos y estilos de trabajo. Las personas
acudían a estos lugares a deleitarse con la gama de manjares y exquisiteces servidas
en los diversos locales, fue así como fueron popularizándose y
expandiéndose por el mundo con diversos estilos culinarios
La cocina Internacional
Con
la creación de nuevos restaurants y hoteles, el oficio del cocinero fue
demandado y muchos llenaban los puestos requeridos. Los primeros grandes Chefs
se influenciaron en las doctrinas de Antonin
Carême (1784-1833), quien fue uno de los grandes elaboradores de
técnicas y recetas francesas, logró potenciar la pastelería gracias a sus arquitectónicas
decoraciones de buffets y tortas, además era el chef de reyes y uno de quienes
idearon la “alta cocina francesa”.
Pero
nunca hubo un orden de rangos ni jerarquización al interior. Todos cocinaban
bajo el mandato de un superior, o sea hablamos de un chef y cientos de
cocineros. Además de que comúnmente las cocinas se hallaban en subterráneos
invadidas por el calor y con uniformes poco usuales.
Todo
esto cambió gracias al increíble trabajo de Auguste
Escoffier (1846-1935), formó parte de un selecto grupo de Chefs
quienes querían profesionalizar la cocina y crear normas de trabajo. Su
proyecto era mejorar, ordenar y revolucionar las reglas y técnicas puestas por Carême. Entre sus aportes
encontramos retirar las cocinas de lugares subterráneos, creación de un
uniforme de trabajo estándar, las primeras normas de higiene y manipulación de
alimentos, los primeros libros de recetas con técnicas y tantas otras
contribuciones. En el fondo gracias a él se elevo el status de los cocineros y
adquirió el respeto de ser una profesión además de disciplinar el trabajo al
interior de una cocina.Paul Bocuse el gestor de la nueva cocina y actualmente
el Español Ferrán Adría, empero quedan muchos en el camino:
como cocineros, hombres y
mujeres, muchos países, lugares, anécdotas e historia. Para ello tendríamos que
estar unos días conversando de la cocina al calor de un fogón.
Capítulo 1.1
La
Poesía.
Poesía, ¿qué es poesía? poesía es más
que palabras, oraciones y rimas. Poesía es hablar con el corazón en la mano, poesía
es expresar los sentimientos al máximo, hacer que la corriente de sentimientos
se apodere de tu corazón, haciendo que poco a poco tu pluma se mueva más rápido
y haga que las palabras no sean palabras, sean sentimientos y hagan sentir a
quien las lee el sentimiento que transmites al papel; el papel que absorbe
todo, que gentilmente se presta como medio para bien o para mal, ése, el que
puedes borrar y borrar pero siempre dejarás una mancha. Pero la poesía no está
escrita en papel, está escrita en el corazón de quien la escribe y de quien la
lee, y deja huellas en los corazones, tanto o más que en el papel, los
corazones son como una hoja de papel, se escriben historias y se dejan
recuerdos, se escriben promesas y se dejan angustias; se alimenta de palabras,
haciéndolo más grande cada vez que le dicen un te quiero, cada vez que le hacen
palpitar con fuerza. La poesía nace y crece de dos formas, cuando estás muy
feliz tan feliz que piensas que no estás en ese momento, o cuando estás tan
triste que quieres olvidar los amargos recuerdos. Así lo logro, dejando que el
suave papel se impregne de sentimientos y causen un raro efecto en quien lo
lee.. Porque el papel siempre será papel y los sentimientos siempre se harán
poemas...
Capítulo
2
Algo
más que “Epopeya a las comidas y bebidas de Chile”
Por lo establecido en los
diccionarios, la palabra epopeya posee los siguientes significados:
1. f. Poema narrativo extenso, de elevado estilo, acción grande y
pública, personajes heroicos o de suma importancia, y en el cual interviene lo
sobrenatural o maravilloso.
Epopeya a la
cocina y las bebidas de Chile, del Poeta y escritor Pablo De Rocha, posee todos
los matices de estos tres significados que nos entrega el diccionario, porque
la cocina posee ese perfil heroico que refleja en lo majestuoso de sus
preparaciones y muestra en cada estrofa la tradición de un pueblo que se ve plasmada en los
sabores de cada región que este libro va describiendo de plato en plato y verso
en verso. Porque la gastronomía tiene su propio cantar épico, su propio cantar
glorioso que se traspasa de generación en generación mostrando la identidad del
pueblo, esta identidad que es atrapada por el poeta y cocinada en imágenes
literarias.
Esta obra poética de Pablo De Rokha,
en un escrito que constituye la
identidad de la cultura gastronómica popular de Chile, centrada específicamente
en las tradiciones culinarias del Sur de nuestro país resaltando las
costumbres, lugares y la cultura local, la que implica un elemento clave dentro
de la poesía ya que ésta posee el perfil para identificar nuestras raíces en la
poesía. Este libro, Epopeyas a las comidas y bebidas de Chile, plasma los
sabores, aromas y las diversas preparaciones que se funden en nuestro país.
Dándonos cuenta que este libro publicado
en el año 1949 queda en debe con una parte importante de nuestra tierra ya que
la zona norte (desde la primera y hasta la cuarta región) no aparece nombrada.
Antes de la década del 50 la cultura nortina no era muy conocida en nuestra
capital y con la llegada del compositor Calatambo Albarracín[3],
esta parte de nuestro territorio
comenzó a difundir su cultura y
costumbres. Pablo de Rokha, poseía un
gran conocimiento de la geografía del sur de Chile y eso se puede ver en cada versos de la epopeyas de las comidas
y bebidas de Chile, este basto conocimiento se debe a que De Rocka, la gran
mayoría de sus obras eran auto-editadas,[4]
siendo el propio De Rocha que se encargada de recorrer diversos puntos de
nuestro país vendiendo sus trabajos.
Análisis
del libro “Epopeyas a las comidas y bebidas de Chile”.
La gastronomía local nos sitúa en la identidad de cada
pueblo, ciudad o localidad y se liga “A un rol dinámico en la forma en que las
personas piensan de sí mismas y de otros. La cocina de un pueblo, o una comida
en particular, frecuentemente marca un límite entre el ser colectivo y el otro.
Esto se debe a que del universo culinario, cada grupo o comunidad selecciona
algunos elementos con los cuales se identifica y se diferencia de los otros,
que a su vez, poseen sus propios elementos identitarios. Es decir, para
sentirnos como un todo, para tomar conciencia de que somos un pueblo,
necesitamos tener ciertas cosas en común que nos representan y, por ende, nos
diferencian de los otros, ciertas cosas que las identificamos como propias y
que, visiblemente, nos indican el sentido de pertenencia a nuestra
colectividad”[5] (texto de Isaac Sanzana,
tesis chilenidad y encomio en
“epopeya de las comidas y las bebidas de chile”)
Las palabras de Isaac Sanzana, son
muy acertadas para conectarnos con el propósito para irnos entrando en la
poesía de Pablo De Rocha y a través de cada verso conectar la mirada del poeta
con la gastronomía como sostiene Sonia Montecino , no estamos, como muchos piensan,
ante un universo poco variado y carente de sabores. Existen diversos estilos culinarios
y cada región, localidad y clase social posee formas de alimentarse que definen
su
pertenencia
a esa colectividad. Lo nuestro, así entendido, es un relato que hay que aprender
a leer. En el universo de lo culinario, como hemos dicho, los préstamos, las mezclas
y la creatividad están hermanadas, y basta a veces un
sólo
elemento dentro de un plato para establecer una diferencia. Por otro lado,
Eugenio Pereira Salas (1977), en su libro Apuntes para la Historia de la Cocina Chilena, señala que la cocina
chilena es el resultado de tres tradiciones culinarias que se funden, y dan
vida a la llamada “cocina criolla”. Son estos aportes: la tradición indígena,
que se hizo sentir en las materias primas aprovechadas; la herencia española,
es decir, los hábitos gastronómicos, y los usos y costumbres que trajeron los
conquistadores; y por último, la influencia extranjera, en especial, la
influencia de la maestra suprema de este arte como lo ha sido Francia. De esta
forma, Pereira sostiene que a fines del siglo XVIII, ya se puede hablar de una
“cocina chilena” fruto de la mezcla entre las tradiciones españolas y los
productos nativos, constatándose a mediados del siglo XIX, la división entre
una cocina aristocrática y una popular, que comparte algunas preparaciones.
Mientras en el espacio alimenticio aristocrático, se inscriben platos como el
pavo mechado, carne de langosta y de centollas regadas con champagne, etc., en
el espacio alimenticio popular e indígena, tenían como base de la dieta los
porotos, el ají, la harina, el mote, la carbonada y diversos caldillos. En las
fiestas fueron comunes las empanadas, las sopaipillas, la cazuela, los chupes y
el pescado frito, y en las fondas y ramadas, el asado al palo.
“Epopeya de las comidas y las bebidas de
Chile”, busca y responde a necesidad de encontrar la identidad gastronómica de
un país, realzando un perfil popular donde los platos muchas veces obviados por
la clase domínate encuentra la real cabida en los poemas de Pablo De Rocha en
sus poemas y sublima las costumbre culinarias del pueblo de Chile con
el realce que ameritan y nos permiten acercarnos al territorio regional de las
comidas y las bebidas de un país.
“Entre las comidas emblemáticas de
la cocina popular chilena que el poeta mitifica en el poema, podemos hacer tres
distinciones: aquéllas que no se asocian a una zona específica del país, por lo
tanto, podrían estar vertidas
en
casi todo el territorio nacional, aquéllas que son representativas de una zona
específica del país y aquéllas que son simbólicas, pues tienen significancia y
trascendencia nacional”. (texto de Isaac Sanzana, tesis chilenidad
y encomio en “epopeya de las comidas y las bebidas de chile”)
COMIDAS
Entre las comidas que contribuyen a
una identidad local y regional, destaca por ejemplo: la longaniza
característica de Chillán: “Porque, si es preciso hartarse con longaniza
chillaneja antes de morirse/ en día
lluvioso, acariciada con vino áspero, de Auquinco o Coihueco, / en arpa,
guitarra y acordeón bañándose, dando terribles saltos o carcajadas, /
saboreando el bramante pebre cuchareado y la papa parada “[6]
Entre las comidas Chilenas que se encuentran ligadas al extenso territorio
nacional, que no están asociadas a una zona específica, destacan por ejemplo:
el arrollado chileno; la papa, el maíz y el poroto y sus diversas
preparaciones; las tortillas de rescoldo; la sopaipilla; los choros y sus
diversas preparaciones; el ganso con ajo y arvejitas; “el costillar de chancho
con ajo, picantísimo, asado en asador de maqui y el cordero lechón asado en
brasas de horno”; el luche, cochayuyo y “el charquicán de la alga yodada”; “el chunchul trenzado, como cabellera
de señorita,”, el ñachi caliente, “bebiéndolo del degüello más tremendo, como
en los espantosos sacrificios religiosos de la fe arcaica” y el cocimiento de
matadero, “el chancho en piedra”.
Si hay algo que contribuye a
potenciar la identidad de una región, es que alguno de sus elementos
culturales sea conocido en el territorio nacional e
internacional.
En el caso de Chillán, este elemento cultural-identitario, es la longaniza. La
poesía rokhiana rescata la importancia de este alimento para la identidad
regional-popular y, por esta razón, el hablante poético señala que es preciso
hartarse de este alimento antes de morirse. Además, su ingesta debe acompañarse
con vino áspero, pebre cuchareado y papa parada, todo ello,
en
un ambiente de regocijo —guitarra, arpa, acordeón y carcajadas—.
Otros alimentos que el poeta asocia
a la identidad local son: las pancutras de Gualleco que “se parecen a las
señoritas del lugar: son
acinturadas
y tienen los ojos dormidos, pues, cosquillosas y regalonas, quitan la carita
para dejarse besar en la boca, interminablemente.”, el causeo de patitas de
Codegua, el jamón maduro en sal de Valdivia, la guañaca en caldo de ganso y el
picante de guatitas de Talca, el condimentado valdiviano de Tutuquén, los
rellenos de erizos de Antofagasta, la chanfaina de Licantén que “es guiso
lacustre, mito de río y ribera, fluvial-oceánico y cordillerano, lugareño,
aldeano, campesino, provinciano y como de iglesia, volcánico y dramático”, el
caldo de cabeza de Valparaíso, el curanto de Chiloé. Bajo este perfil las
preparaciones Chilenas salen a la luz, Epopeya a las comidas y bebidas de
Chile, nos exactitud una gama amplia de rectas. Las que con el impulso de las
imágenes literarias trascienden más allá de los versos.
BEBIDAS
Para De Rocha, las bebidas posee ese
sabor a festividad, esa conexión que toda comida debe estar acompañada de un
brebaje, porque para este vate las bebidas al igual que las comidas tienen esa
identidad local, de una cosmovisión popular. De esta forma, son descritas
innumerables bebidas que forman parte de la cultura etílica de Chile. Al igual
que en las comidas, al beber ciertos líquidos se reconoce la pertenencia a un
grupo social con el que un sujeto o una comunidad se identifican. De Rocha, en sus escritos da un sentido de
pertenencia en un escenario tremendista
de alcoholismo desmesurado, no es ajeno a la poesía rokhiana, por ello, en el
poema, el escritor nos muestra un entorno campestre y menciona casi todas las
bebidas de la cultura etílica popular. De esta forma, el poeta exalta bebidas
como: el vino blanco y tinto, la chicha, el aguardiente, el guindado, el chacolí
con naranjas amargas, el navegado, el tormento, el cabernet, las mistelas, la
chupilca, el vinillo, el ponche de culén, el pigüelo y el pipeño.
Un símbolo que nos une como chileno
es la Chicha,
este brebaje posee una imagen casi sacra en las festividades patrias de nuestro
país, De Rocha, no es indiferente a este zumo fermentado de uvas y en más de
una ocasión hace mención a este líquido que posee gran parte del perfil etílico
nacional, el que muchas veces actúa como
motor de alegrías y centro de las fiestas patrias.
.
El concepto de chicha se refiere a una
bebida de bajo tenor alcohólico de dos a no más de siete grados, a la que la
mayoría de los pueblos americanos eran muy aficionados. En nuestro país, está
presente desde épocas prehispánicas y cumplía un rol importante en la vida
social y cultural.
Estaba vinculada a la guerra; las
ceremonias religiosas; los eventos importantes como nacimientos, matrimonios,
muertes, etc. [7]
En “Epopeya de las comidas y las
bebidas de Chile”, la chicha es situada en un lugar privilegiado en relación a
las otras bebidas mencionadas. De Rokha reconoce en ella su omnipresencia en el
ámbito nacional y en el poema cobra sentimientos. Es así, como el poeta “besa
las tinajas en donde suspira la chicha como la niña más linda de Rancagua” y
“la chichita bien madura brama en las bodegas como una gran vaca sagrada”. En
de Rokha, hay conciencia de una
chilenidad indefinida y una identidad indeterminada que nos sitúa entre lo
hispánico, extranjero y lo nacional, es por ello, que en el poema evoca las
fiestas patrias como rito de la chilenidad y en este marco, sitúa a la chicha
en un plano soberbio, gallardo y
belicoso como la sangre araucana. Al respecto
señala:
“En
Auquinco o Chuchunco, si se prefiere,
para
las topeaduras del dieciocho,
huelen
a montaña las cocinerías,
y
a sudor de caballo fuerte,
pujan
las bestias, anudándose
contra
la vara de avellano,
hinchadas
las arterias,
clavadas
sobre el gaznate,
en esfuerzo enormemente tremendo,
acogotadas
de desesperación y águilas,
todos
están tensos, dramáticos, acechando, rempujando,
agarrando
el pecho de hierro de la batalla
hasta
el instante estelar en el que un “potrillo”
de
chicha cruda, baya, con panales,
hirviente
y rugiente como una hermosa hija de león,
corona de curagua el guargüero
de
uno y sólo uno de los vencedores,
porque
la bestia, de espuma y victoria aureolada,
irá
a mascar el freno con los gañanes, ya
rebeldes…”
La chicha, de este modo, es
concebida en la obra rokhiana, como elemento simbólico-identitario, que
evoca nuestros orígenes y que nos sitúa
en el ámbito de la chilenidad desde tiempos prehispánicos hasta hoy en día. De
igual forma, esta bebida que toma un carácter especial para fiestas patrias,
nos permite celebrar la independencia y al beberla, transmite un sentimiento de
nacionalismo.
Capítulo
3
ANALISIS ODA AL
CALDILLO DE CONGRIO DE NERUDA.
“El congrio, un
pez del orden de los anguiliformes, fue inmortalizado por el premio Nobel de
Literatura, Pablo Neruda en su Oda al
caldillo de congrio. Este poema forma parte de la obra Odas Elementales, publicada en 1954, un libro
diáfano cuyos protagonistas son las cosas grandes y pequeñas en la vida del
hombre: cebollas, alcachofas, pescados, manzanas, calcetines, el aire, el
mar. Allí, Neruda despliega su humanismo
sin fronteras y su adhesión al hombre sencillo y al esplendor de la vida
material. ” [8]
. En Grecia, existían dos tipos de odas: las
corales y las cantadas por una sola voz (monodia). Por su parte, ‘Oda al
caldillo de congrio’ escrita por Pablo Neruda corresponde al segundo tipo de
odas griegas, monodia, siendo un canto de alabanza a un plato característico de
Chile. Se trata casi de un escrito que pretende exaltar cada una de las partes
de esta exquisita comida, indicando, paso a paso, su preparación, como quien
escucha una receta de cocina, junto con la alabanza a cada uno de sus
ingredientes. El talento de Pablo Neruda es indiscutible y la forma en que se
expresa a través de la Oda
es de una genialidad única. Neruda intenta y consigue, transgredir los géneros,
cumpliendo con los requisitos propios de la Oda e insertando, en el plano del contenido, algo tan trivial y cotidiano como una receta
de cocina Cabe
destacar que Neruda contaba con un
importante cúmulo de habilidades culinarias; conocido como gran anfitrión, gustaba de atender a sus
amigos,
preparando tragos especiales en su bar
y cocinando selectas exquisiteces. El poeta decía que sentía que una
musa le parloteaba al oído cada vez que
le servían caldillo de congrio y aunque,
el escritor chileno podía devorar, con facilidad, cualquier plato, el
caldillo de congrio era su debilidad.
Neruda, hombre de paladar fino, consideraba la cocina como un arte e
intentaba cultivarlo cada vez que podía. No es difícil entender, entonces, cómo
es que una determinada receta de cocina, pudo convertirse en una hermosa
Oda.
ODA AL CALDILLO DE
CONGRIO
En el mar
tormentoso
de Chile
vive el rosado
congrio,
gigante anguila
de nevada carne.
En estos versos el vate, nos ubica
en un concepto geográfico de la procedencia del congrio.
Y en las ollas
chilenas,
en la costa,
nació el caldillo
grávido y
suculento,
provechoso.
Neruda, en estos
versos nos indica donde nace el caldillo de congrio, con una enumeración nos
transmite la abundancia de este plato.
Lleven a la cocina
el congrio
desollado,
su piel manchada
cede
como un guante
y al descubierto
queda
entonces
el racimo del mar,
el congrio tierno
reluce
ya desnudo,
preparado
para nuestro
apetito.
Con estos versos
se aprecia como se va preparando el congrio, como la piel es retirada y con
sutiles imágenes literarias le va vida a las palabras y transporta al lector al
plano de la cocina.
Ahora
recoges ajos,
acaricia primero
ese marfil
precioso,
huele
su fragancia
iracunda
entonces
deja el ajo picado
caer con la
cebolla
y el tomate
hasta que la
cebolla
tenga color de
oro.
Mientras tanto
se cuecen
con el vapor
los regios
camarones marinos
y cuando ya
llegaron
a su punto,
cuando cuajó el
sabor
en una salsa
formada por el
jugo
del océano
y por el agua
clara
que desprendió la
luz de la cebolla,
entonces
que entre el
congrio
y se sumerja en
gloria,
que en la olla
se aceite,
se contraiga y se
impregne.
Las palabras de Neruda, llegan de
forma natural al lector, con una simpleza que rebota en los sentidos haciendo
funcionar de forma innata las papilas gustativas.
Ya sólo es
necesario
dejar en el manjar
caer la crema
como una rosa
espesa,
y al fuego,
lentamente
entregar el tesoro
hasta que en el
caldillo
se calienten las
esencias de Chile,
y a la mesa
lleguen recién
casados
los sabores
del mar y de la
tierra
para que en este
plato
tú conozcas el
cielo.
Neruda, lleva al olimpo esta receta,
brindándole al lector la posibilidad de
conocer el cielo con este manjar, porque al unir los sabores de mar y tierra el
caldillo de congrio posee la esencia de Chile.
Análisis semántico
La figura
literaria de comparación es utilizada
para que el lector se cree con mayor facilidad la imagen del congrio que el poeta quiere proyectar, quedando de
manifiesto en los siguientes versos: su piel manchada cede como un guante
La metáfora
de racimo del mar también juega un rol importante en esta
construcción o representación del mundo que el poeta realiza. Al hablar de
racimo del mar para referirse al congrio, se establece una relación de
semejanza entre el pescado aludido y las esencias fundamentales del mar.
El hablar de congrio
como racimo lo presenta como un conjunto de sabores y olores característicos
que lo hacen más interesante y cautivador al paladar de quien lee.
Refiriéndonos todavía a la metáfora,
podemos aludir al ajo, presentado magistralmente como ese marfil precioso,
sintetizando en esta expresión no tan sólo el color, sino que la forma de cada
diente de ajo, fácilmente asimilable a colmillos de elefante en miniatura.
El texto poético
culmina con una hipérbole, al manifestar que a través de este plato, tú tienes
la posibilidad de conocer el cielo: para que en este plato, tú conozcas el
cielo
Análisis,
oda al vino.
El vino dentro del arte y la gastronomía posee grandes
cualidades al punto de catalogarlo como sublime, este brebaje es la perfecta
compañía tanto para cocineros y artistas. En una cocina este mosto siempre está
presente, tanto para darle sabor a una preparación o para acompañar una comida.
En el arte y la tertulia el vino ha sido una gran fuente de inspiración y
Neruda lo deja en manifiesto en su oda al vino. En ella el poeta no sólo nos
remite al vino como ente independiente; también traza con nitidez los aspectos
más relevantes de la vitivinicultura. Dejando precedente en menos de ochenta
versos.
Vino color de día,
vino color de noche,
vino con pies de púrpura
o sangre de topacio,
vino, estrellado hijo
de la tierra,
vino, liso
como una espada de oro,
suave
como un desordenado terciopelo,
vino encaracolado
vino color de noche,
vino con pies de púrpura
o sangre de topacio,
vino, estrellado hijo
de la tierra,
vino, liso
como una espada de oro,
suave
como un desordenado terciopelo,
vino encaracolado
y suspendido,
amoroso,
marino,
nunca has cabido en una copa,
en un canto, en un hombre,
coral, gregario eres,
y cuando menos, mutuo.
amoroso,
marino,
nunca has cabido en una copa,
en un canto, en un hombre,
coral, gregario eres,
y cuando menos, mutuo.
La oda comienza por la
clasificación de los vino con los siguientes versos: “color de día”, “color de
noche”; tinto y blanco. Pero de inmediato refuerza al vino tinto, pues le
otorga “pies de púrpura o sangre de topacio”. “Estrellado hijo de la tierra”:
con este verso acerca al vino a lo estelar y lo acerca al honor de ser “hijo de
la tierra” Además es “suave como un desordenado terciopelo”, metáfora directa,
clara y certera. Es lo que los enólogos entienden como un vino equilibrado y
complejo. Pero también “encaracolado y suspendido, amoroso, marino”: estas
imágenes refieren la intangibilidad de una bebida natural imposible de
fabricar. En seguida, el poeta comprende que el vino es demasiado trascendente “nunca
has cabido en una copa, en un canto, en un hombre” , pero, sin embargo, está
entre nosotros y es para nosotros, ya que se trata de “coral, gregario eres, y
cuando menos, mutuo”. Aunque parezca elemental, cabe explicar el concepto de
“mutuo”, que significa reciprocidad de una relación que ocurre entre dos o más
personas. Al expresar este término invita a que el vino sea la unión entre
amigos y hermanos, abre el espacio a la
tertulia. Al agregar la
palabra “gregario”, refuerza el concepto de mutuo, ya que gregario es quien, en
conjunto, sigue con otros ideas o iniciativas propias o ajenas.
vamos de tumba en tumba,
picapedrero de sepulcro helado,
y lloramos
lágrimas transitorias,
pero
tu hermoso
traje de primavera
es diferente,
el corazón sube a las ramas,
el viento mueve el día,
nada queda
dentro de tu alma inmóvil.
picapedrero de sepulcro helado,
y lloramos
lágrimas transitorias,
pero
tu hermoso
traje de primavera
es diferente,
el corazón sube a las ramas,
el viento mueve el día,
nada queda
dentro de tu alma inmóvil.
La vida diaria se nutre
de recuerdos, muchos de ellos mortales, con la ayuda del vino. Por ello el
poeta señala que “vamos de tumba en tumba, picapedrero de sepulcro helado, y
lloramos lágrimas transitorias”. Qué idea más concordante con nuestra
idiosincrasia: aledaño al Cementerio General de Santiago existe el Quita Penas, lugar para beber vino y así matar esas
“lágrimas transitorias”. Pero sobre la marcha, nos lleva a la felicidad, a la
alegría, cuando “el
corazón sube a las ramas, el viento mueve el día”, y con ello nada queda quieto
dentro del alma humana.
El vino
mueve la primavera,
crece como una planta de alegría,
caen muros,
peñascos
se cierran los abismos,
nace el canto.
mueve la primavera,
crece como una planta de alegría,
caen muros,
peñascos
se cierran los abismos,
nace el canto.
Mover la
primavera por efecto del vino es una metáfora exacta, que grafica el verdadero
estallido de la naturaleza cuando los brotes de la vid se manifiestan en esa
estación. Sigue con su acertada disertación cuando señala que “caen muros,
peñascos, se cierran los abismos, nace el canto”. En este verso nos grafica el
momento de vendimia.
Oh
tú, jarra de vino, en el desierto
con la sabrosa que amo,
dijo el viejo poeta.
con la sabrosa que amo,
dijo el viejo poeta.
Que el cántaro del vino
al beso del amor sume su beso.
al beso del amor sume su beso.
Amor
mío, de pronto
tu cadera
es la curva colmada
de la copa,
tu pecho es el racimo,
la luz del alcohol tu cabellera,
las uvas tus pezones,
tu ombligo sello puro
estampado en tu vientre de vasija,
y tu amor la cascada
de vino inextinguible,
la claridad que cae en mis
sentidos,
tu cadera
es la curva colmada
de la copa,
tu pecho es el racimo,
la luz del alcohol tu cabellera,
las uvas tus pezones,
tu ombligo sello puro
estampado en tu vientre de vasija,
y tu amor la cascada
de vino inextinguible,
la claridad que cae en mis
sentidos,
A través de las dos estrofas anteriores el
poeta, una vez más, aborda la innegable acción erótica del vino, con la
descripción de un gran equilibrio delicado entre lo más celestial y terreno
implícito en el amor humano. Se trata de una sucesión de símiles metafórico, al
comparar la mujer con las uvas, la vasija y la copa. Todo varón sensible
entiende que las imágenes, al margen de ser absolutamente acertadas, son una
bella expresión, clara y vívida, del acto amatorio. Sublimiza esta noble
función humana al calificar el amor como “la cascada de vino inextinguible”,
para finalizar comparándolo, nada menos, que con “el resplandor terrestre de la
vida”.
Pero no sólo amor,
beso quemante
o corazón quemado
eres, vino de vida,
sino
amistad de los seres,
transparencia,
coro de disciplina,
abundancia de flores.
Amo sobre una mesa,
cuando se habla,
la luz de una botella
de inteligente vino.
beso quemante
o corazón quemado
eres, vino de vida,
sino
amistad de los seres,
transparencia,
coro de disciplina,
abundancia de flores.
Amo sobre una mesa,
cuando se habla,
la luz de una botella
de inteligente vino.
Que lo beban,
que recuerden en cada
gota de oro
o copa de topacio
o cuchara de púrpura que trabajó el otoño
hasta llenar de vino las vasijas
y aprenda el hombre oscuro,
en el ceremonial de su negocio,
a recordar la tierra y sus deberes,
a propagar el cántico del fruto.
que recuerden en cada
gota de oro
o copa de topacio
o cuchara de púrpura que trabajó el otoño
hasta llenar de vino las vasijas
y aprenda el hombre oscuro,
en el ceremonial de su negocio,
a recordar la tierra y sus deberes,
a propagar el cántico del fruto.
El vino es para el poeta
“no sólo amor, beso quemante”, sino también “amistad de los seres,
transparencia”. Es nuestro compañero cotidiano del diálogo que podría ser
amoroso, de amistad pura, de relación erótica e incluso de actividades
mercantiles, cuando señala: “Amo sobre una mesa, cuando se habla, la luz de una
botella de inteligente vino”. Neruda incluye dos mandatos fundamentales: el primero, dirigido
al “hombre oscuro”, que puede ser tanto el simple viticultor, el empresario, el
enólogo, el consumidor o cualquiera persona
relacionada con el vino.
A todos los induce “a recordar la tierra y sus deberes”, y al objetivo
magistral expuesto varias veces en este análisis, “a propagar el cántico del
fruto”. Los mensajes, por ser tan claros, implican meditar con elocuencia y
grandeza concordante con la propia de un genio, como demuestra haber sido.
Ordena que cada uno en su ámbito, y de acuerdo a sus respectivas capacidades y
grados de influencia, deba actuar, respecto al vino, con la dignidad y la
sublimidad que esta bebida merece.
Musas a la Cacerola, es un libro de
poesía de Raúl Mellado Castro, este escritor editado en 1994, que durante varios años estuvo extraviado y que
fue publicado de manera póstuma por la gestión Carlos Hermosilla Álvarez.
Este
libro apunta a un sentido social, a rescatar los alimentos populares de nuestro
país, como es el caso del poroto, la cebolla, el ajo, el cochayuyo, las papas y
el digueñe[9].
Es importante destacar dentro de las alusiones que realiza
el poeta se encuentra la olla común
rescatando el valor que esta posee dentro de una población.
Con
un lenguaje simple, directo, donde las imágenes literarias juegan el rol de
enmarcar los versos dentro de una perspectiva clara, armoniosa conectándose al
objetivo de Mellado, lograr la comunicación con el lector, transportándolo a la
sensibilidad de una país que nuestra su imagen en los alimentos del diario vivir.
“Poroto del
recluta, del condenado,
Del cura franciscano, del relegado,
Poroto del obrero, del sin trabajo,
Del peón campesino, del caminero,
Del pampino en su pampa
Y del minero
Que no sabe otro cielo
Que su lonchero.”
“fragmento del poema, poroto, del libro musa
a la cacerola”
En esta estrofa, el poeta nos muestra que el
poroto, es un plato de origen popular, que es el alimento principal de la clase
obrera, un alimento que trascienden desde la persona privada de libertad al
recluta, desde el cesante al trabajador de las minas, desde el campesino al
hombre del caliche.
Hoy el poroto baila muy orgulloso
Con dólares y asado, lejos del “roto”[10]
“fragmento del poema, poroto, del libro musa
a la cacerola”
En estos dos versos se aprecia que con
el tiempo el poroto a trascendido la mesa del obrero y a traspasado las
fronteras sociales instalándose “muy orgulloso”
en banquetes más elaborado alejándose del perfil que históricamente s le
ha dado de plato popular.
Cada
verso posee un sentido popular, el poema, ajo, nos deja muy clara esta
perspectiva.
“Qué no se le olvide el ajo
me gritan bellas feriantes
a mí, que tengo bastante,
por arriba y por abajo.”
“fragmento del poema, ajo, del libro musa a
la cacerola”
En
estos versos, Mellado, hace mención a la
importancia de las ferias como proveedor de productos alimenticios y de la
picardía que se vive en estos lugares de abastecimiento popular.
“Aparte de
Es mata hambre de los inviernos
Rey del sartén navega sobre los
vientos
Despertando apetitos inconfesados
En picardías hechas de ají y cilantro
Tierno se va el ñachi y en locros
pálidos
Como una mantequilla sobre el pescado.
. “
“fragmento del poema, ajo, del libro musa a la
cacerola”
En esta
estrofa al ajo se le brinda propiedades afrodisíacas y se realza sus virtudes
de proporcionar un gato sabor a las comidas.
A nadie se le olvide este diente blanco
Que mata romadizos, quita el espasmo,
Para el dolor de muelas es recetado
Pero donde florece es en el asado
Palabras ya olvidada por estos pagos.
“fragmento del poema,
ajo, del libro musa a la cacerola”
Esta
estrofa esta asociada a la medicina natural,
este producto posee una buena reputación por sus cualidades que ayudan
al organismo y a curar algunos dolores, pero nunca se le deja de lado sus
virtudes culinarias porque como dice Mellado, “pero donde florece es en el
asado”
Dentro
de la poesía de Mellado, del libro, musas a la cacerola, podemos encontrar un
poema llamado Canto del gastronómico, este escrito describe de forma clara y precisa la profesión del cocinero.
Alzo mi cucharón cada mañana
La cocina del mundo me saluda.
Mientras gritan al viento las campanas
Mi mensaje en las ollas se desnuda.
“fragmento del poema, canto
del gastronómico, del libro musa a la cacerola”
En estas líneas se plasma el
sentimiento que el cocinero día a día entrega en sus preparaciones, “mi mensaje en
las ollas se desnuda” en este verso se aprecia todo el sentir y el clímax de
lograr una buena preparación.
Yo sueño un mantel verde universal
sobre una mesa para todos puesta
Y compartir allí mi pan cordial
Regocijando, como en una fiesta.
“fragmento del poema, canto
del gastronómico, del libro musa a la cacerola”
Aquí
se puede apreciar como la gastronomía se abre en un plano social y universal,
ya que la cocina posee un solo idioma, porque para el cocinero cada festín
preparado es una fiesta.
Vivo entre gentes a quien no conozco,
Doy de beber a quien ya sed no tiene.
Sonrío a quien me mira con gesto hosco
Esperando “el pedido” que ya viene.
En hoteles, moteles, restaurantes,
“drive in” fuentes de soda y en pensiones
Se me puede encontrar a cada instante
Sin cesar repartiendo las raciones.
“fragmento del poema,
canto del gastronómico, del libro musa a la cacerola”
En
estos versos de puede apreciar la enorme vocación de servicio que posee el
cocinero, muchas veces obviando la hora o si el cliente es amable.
Más no soy suyo,
Conclusión
La
poesía en un momento de la historia se une con la gastronomía, no es fácil de
precisar cuando surge esta química la que logra una genial fusión de dos artes.
Tanto la cocina como la poesía poseen una magia, un acto que logra invertir el
plano de lo simple para convertirlo en sublime. Porque el cocinero, lleva al
producto a su máxima expresión de sabores y aroma, porque el vate, logra que la
palabra cautive.
Tanto
la gastronomía como la poesía se remontan a milenios la que podemos ver
plasmada en diversos documentos de carácter histórico como por ejemplo la Biblia.
Pero nosotros quisimos abordar esta
temática desde Chile, con tres
exponentes que lograron atrapar la magia de la cocina y conectarla a la
perfección a las letras hasta conseguir una perfecta unión, como es el caso de
Pablo De Rocha, Raúl Mellado y Pablo Neruda, los tres poseen una gran
importancia en esta investigación, porque el aporte entregado deja un legado en
la retina del pueblo, ya que al ser los tres hombres reconocido de una
ideología políticamente de izquierda y más bien ligada al partido comunista, se
aprecia en sus escrito su claro aporte al rescate de una gastronomía popular.
De Rocha hace un recorrido por diversos platos de consumo netamente del pueblo,
hablando de las papas, el mote, las legumbres, el cerdo por nombrar algunos y
deja en manifiesto las cualidades y virtudes del hombre campesino, obrero y del
trabador, de la mujer que día a día lucha por llevar el sustento a su
casa y con esmero logra aportar desde
la cocina alegría a su hogar. Raúl
Mellado, nos entrega una poesía directa, donde el pueblo y el cocinero poseen
el rol principal de sus poemas, llevando al verso la olla común, el poroto, al
cocinero, porque ese hombre que se encuentra debajo de ese chaqueta blanca al
igual que el poeta es un servidor público, porque con su arte deleita a la
gente con la armonía que ellos saben
aportar, sin duda el ingrediente principal de estas dos expresiones es el
cariño y la dedicación, es así como Mellado nos logró maravillar con sus
escritos. Pablo Neruda, en sus escritos se grafica su perfil de hombre de
mundo, de un vate que ha recorrido diversos puntos del globo y también posee un amplio bagaje de su país
dejando sus experiencias plasma en sus escritos.
Al comenzar a
indagar en esta investigación, nos percatamos que no hay un nutrido material
sobre esta temática, muchas veces sintiéndonos algo desorientado y teniendo que
recurrir a entrevistar a poetas que han abordado de manera biográfica al
estudio de estos escritores y de esta
manera desarrollar los puntos de análisis cotejando investigaciones de autores
nacionales. Quizás el vate pionero en
esta temática sea De Rokha, con su epopeya a las comidas y bebidas de Chile, el
que fue editado a fines de la década del 40, este libro posee un lenguaje
armonioso, coloquial que se digiere con agrado al leerlo, con una estructura
libre desligado del concepto de la métrica. ¿Y por qué ocurre este fenómeno
rupturista de la métrica? La respuesta
la encontramos en 1911, cuando Vicente Huidobro, sale a escena, desconociendo
poesía anterior a la de él e instalando una verdadera revolución
de las letras que rápidamente traspasó
fronteras y globalizó una nueva manera de escribir, donde Huidobro enaltece al
poeta a una imagen de “pequeño dios”[11]
porque éste tiene la capacidad de “inventar mundos nuevos”[12]
, porque a través de su poesía da el pie para que el poeta descubra más allá de
lo que la poesía ya escrita le entrega “que el verso sea como una llave/ que
abra mil puertas”. [13]
siendo Huidobro el padre del vanguardismo, con este antecedente se puede
mostrar que el gran aporte de este poeta abrió el panorama para que la poesía
chilena ingresara a la cocina.
Uno de los
antecedentes que no se puede dejar de lado, que la literatura tiene el nexo de
vincularse de una forma casi de hermandad con la tertulia, estas reuniones de
amplia conversación siempre se realizan en el entorno de las bebidas y las
comidas, eso lo tenían muy claro estos tres poetas que investigamos, uno de los
grandes centros de conversación capitalinos fueron el café Torre y la unión
chica por nombrar algunos o en alguna picada donde el vino, el arrollado y el
pernil amenizaban las infinitas charlas. Neruda, acostumbrar antes de
internarse a escribir a invitar a sus amigos más cercanos a su casa, en ese
lugar el festejo se hacía presente y por eso varios de los escritos del Nobel
surgieron en servilletas.
Esta investigación
nos demostró que la cocina no es sólo ollas y fogones, es más, la cocina posee
arte, virtud, erotismo, seducción,
sacrifico, magia, alquimia, poesía, colores, mundo, patria, revolución, pueblo,
elite, clase
Obrera, clase media, empresariado,
conversación, sosiego, improvisación, estudio, vocación, identidad, escultura,
actualidad, historia, futuro y un verdadero universo para continuar
investigando y aportando, porque nosotros tenemos la seguridad que vendrán
nuevas generaciones y aportarán su grano de arena para que esta investigación
se complemente aún más.
Bibliografía y Webiografia
-Mis grandes poemas, Pablo de Rocha, año1969, editorial
Nacimiento
-Tesis
para optar al grado de Profesor de Lenguaje y Comunicación ISAAC HERNÁN SANZANA
INZUNZA, VALDIVIA, 2007, universidad de Austral de Chile.
-
Analisis del libro Musas a la cacerola de Raúl Mellado por el escritor Nicanor
Campus, noviembre del 2011.
-
obras completas de Vicente Huidobro, año 200, universidad de Costa Rica.
.
[1] Palabras de Cristina Castello poetisa Uruguaya
[2] Definición extraída de la página web:
www.universidadperu.com/gastronomia-peru.php
[3] Calatambo Albarracín, compositor y músico que a contar de la década de
los 50 comenzó a difundir la música y
las costumbres del Norte de Chile en Santiago.
[4] Ediciones que se realiza sin el respaldo de una editorial y es
distribuida de manera directa por el autor.
[5] texto extraído de la tesis chilenidad y
encomio en “epopeya de las comidas y las bebidas de chile” de pablo de rokha,
realizado por isaac hernán sanzana inzunza
valdivia –
chile 2007 de la universidad austral de chile facultad de filosofía y humanidades
escuela de lenguaje y comunicación
[7] Bebida fermentada de baja
graduación alcohólica, que se obtiene
por la fermentación de azúcares o
almidones que se transforman en alcohol
gracias a la acción de levaduras del género Saccharomyces.
[8] Ivonne Fuentes Román* Magíster en Lingüística por Universidad de Playa Ancha
[9] Hongo comestible del roble
[10] Personaje típico del campo chileno
[11] Del poema arte poética de Vicente Huidobro
[12] Del poema arte poética de Vicente Huidobro
[13] Del poema arte poética de Vicente Huidobro
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